Las capuchas para salas blancas previenen la propagación de contaminantes, reducen la acumulación de descargas electrostáticas y protegen a los trabajadores de salpicaduras de líquidos livianos y de partículas. Son capuchas esterilizadas que cubren el cuello, los hombros y la cabeza y dejan solo una pequeña parte de la cara expuesta. Las capuchas cuentan con costuras tipo overlock o ciegas para reducir las descargas electrostáticas. Están hechas de polietileno, polipropileno/polietileno laminado y tela SMS.