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Abrasivos de lijado recubiertos y no tejidos

Los abrasivos revestidos y los abrasivos de lijado no tejidos se utilizan para aplicaciones generales, metalurgia, soldadura y construcción. Están disponibles en múltiples formas para uso manual o mecánico y se utilizan para desbarbar, limpiar, acabar y pulir. Las hojas de lija, las almohadillas manuales y las esponjas son principalmente para uso manual, mientras que las ruedas de láminas, las bandas, los discos y las formas especiales como estrellas, cruces, cuadrados y bandas en espiral están diseñadas para máquinas rotativas portátiles o fijas.

Los abrasivos revestidos se forman adhiriendo un mineral abrasivo a un soporte. Los materiales de soporte más comunes son la fibra de resina, la tela, el papel y la película. Los abrasivos con soporte de fibra de resina y tela son más duraderos para uso intensivo, mientras que los artículos con soporte de papel son más flexibles y económicos. Los abrasivos con soporte de película son mejores para trabajos de acabado fino. En algunos casos existen soportes impermeables. Los abrasivos revestidos pueden ser de capa cerrada, semiabierta o abierta. Las hojas de capa cerrada tienen el 100% de su soporte cubierto de granos abrasivos. Son las más agresivas pero producen acabados más finos. Una hoja con revestimiento semiabierto tendrá una cobertura de grano de aproximadamente el 70%, mientras que el revestimiento abierto suele tener una cobertura del 50%. Estos tipos de recubrimiento cortan de forma menos agresiva, pero también producen un acabado más basto debido a los huecos entre los granos.

Los abrasivos no tejidos se forman dispersando los granos abrasivos por una malla de fibra sintética. Suelen ser menos agresivos que los abrasivos revestidos y se utilizan habitualmente para el acondicionamiento y acabado de superficies. Cuando se indica un índice de densidad, éste describe el número de fibras que se han comprimido en la malla. Las densidades más blandas son más flexibles, mientras que los abrasivos de densidad más dura son más agresivos y duraderos. Los abrasivos no tejidos son siempre impermeables. Los materiales abrasivos más comunes son el óxido de aluminio, la circonia de alúmina, la cerámica, el carburo de silicio, el talco y el diamante. Existe una amplia gama de granos y grados en cada una de las categorías.

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